Es que…

Es que te amo tanto que me duele.

Es que te amo tanto que cuando te veo, las lágrimas llenan mis ojos, no se lo pueden creer.

Es que eres tan puro, tan bonito, tan alegre, tan lleno de vida, que me estremezco al pensar que tu vida está ligada a la mía.

 

Es que eres tan mío, y a la vez no te poseo, que me dan ganas de gritarle al viento que me traiga de nuevo tus primeros días, para disfrutarte enteramente una y otra vez.

Es que te amo tanto, que mi corazón se hincha de orgullo.

Es que te amo tanto que una sonrisa tuya es más fuerte que el sol.

Es que te amo tanto, que te llevo dentro de mi alma, para siempre.

 

Es que eres tan grande y a la vez tan pequeño…

Es que eres mi chiquitín, no importa si el tiempo pasa, no importa si te vas y no vuelves…

 

Es que eres mi hijo, y por eso te amo tanto.

Esos ojos tuyos…

Esos ojos tuyos

que refulgen de felicidad

que guardan toda la inocencia combinada

la tuya, porque naciste con ella

y la mía, que te la regalé el día en que te parí.

Esa sonrisa llena de dientes ausentes,

esos sonidos con los que me gritas que me quieres

esas manitos dulces que me dan caricias ásperas

esos pies gorditos, dulces, suavecitos.

Todo tú eres perfecto, por existir, por ser mío, por venir de mí.

Eres la obra maestra que sólo podré igualar cuando nazcan tus hermanos. La más perfecta creación, que sólo sale del amor.

Este camino pedregoso donde vamos juntos, se hace difícil y lleno de baches

pero tú domarás ese camino, porque crecerá contigo y se doblegará ante ti.

Tendrás las herramientas que yo no tuve para ser feliz.

 

Espero llenarte de besos, abrazos y mordiscos lo suficiente para que nunca dudes que esta madre loca que te ha tocado, mi chiquitín, te ama más de lo que jamás podrá amar a nadie, porque este romance es único e irrepetible.

Te amo.

 

Soledad eterna,

Que envenena,

Que te hace pensar si haz

Hecho algo para estar solo

 

Soledad que te acompaña

Que te aturde que va contigo

A todos lados a pesar de tener tanta gente alrededor

 

Soledad esa que está en tu corazón

Aunque tu corazón sea tan amado por alguien más,

Capaz de dar la vida por él.

 

Soledad que muchas veces tú mismo decidiste

Meter en tu vida para no ser golpeado por aquellos que van destrozando sentimientos.

 

Soledad, soledad abrumadora que no descansa

Que no duerme que vela tus sueños para que estos también sean solo sobre ella.

 

Soledad, soledad que se alimenta de heridas pasadas

Y siembra en tu corazón el miedo de ser herido de nuevo, y así seguir acompañado por la soledad.

Invierno

 

 

Frío ya déjame,

estás hasta en mis uñas

roes mi psique.

 

Me habitas desde dentro.

 

Soledad ya era mi compañía

antes que tú.

 

 

 

 

Comentario: Saludos! Este comentario viene porque quería decir a quienes leen este blog que no soy de escribir poesía, ya me he llevado unos cascasos por intentarlo, sin embargo, qué más da, hay que intentarlo, no? No maten a nadie por lo que acaban de leer, son desvaríos mentales que le vienen a una de madrugada pero esta vez me dio por compartirlo. Se vale comentar al menos pá quejarse y decirme «No Yen, la poesía no es lo tuyo!» jaja… un abrazo.

Fantasía


Caminemos juntos a través del infinito

tu compañía bastará para saciar mi apetito.

No más mentiras, sin más engaños,

sólo usemos la imaginación.

 

Pido misericordia para este corazón soñador;

alumbra con bien mi camino hacia la Eternidad.

Pisa suavemente mis sueños,

camina a través de ellos y llegarás a mí.

Usa cada instinto que posees

para desarmarme con una mirada,

úsame como quieras,

soy tu eterna esclava,

atada a ti sin remedio,

poseedora de todos tus secretos,

guardiana incansable de todos tus amores.

 

Las historias secretas de cada verso que compongo;

sólo puedes ser tú el protagonista de todas ellas.

Roba mi aliento con tu presencia,

amarra mis deseos con palabras ardientes

que tranquilicen mi tempestiva alma.

 

Usa una paloma blanca para traerme un negro mensaje de adiós;

usa un cuervo negro como mi alma para traerme el mensaje límpido del perdón.

 

Mírame y asesíname,

tócame y destrózame,

háblame y marchítame,

bésame y haz que desaparezca,

no dejes nada de mi;

todo lo que quede agonizará sin fin cuando tú no estés.

 

Congela mi corazón con un beso

y carboniza mi cuerpo con una caricia,

corta tiernamente mi alma en pedacitos ínfimos,

para que nunca más pueda venir a ti

y volver a empezar esta triste historia de dolor.

 

Te escuché llorar y te consolé;

Te oí reír y me reí contigo;

Te observé nacer y te crié junto conmigo;

Te miré morir y morí contigo.

Ahora,

En medio de la muerte sin sonidos,

Sin olores, sin recuerdos,

Beso tus labios secos de vida;

Intercambio mi vida presurosa por tu muerte sin razón.

Yo no quiero ser Neruda

Yo no quiero ser Neruda,

no me gusta cuando callas porque te siento ausente,

ni me oyes de cerca ni siquiera me tocas

ni con un beso callas ni con un beso sientes.

¡NO!

Yo no quiero ser Neruda

la palabra melancolía me daña y me dueles indiferente

y  tu mirada fría y sombría, ella que es muestra de mi alma

fervil de agonía.

¡Me niego a ser Neruda!

 me duele tu distancia y me duelen tus silencios,

oh tus silencios me quiebran

tus silencios maltratan,

tus silencios aíslan

tus silencios lloran…

tus silencios matan.

Yo ya no quiero ser Neruda

y no me gusta cuando callas

porque se que estas ausente, distante e indiferente

regreso nuestros recuerdos

y no reconozco tus miradas,

si hacía calor o si hacía frio

y en la realidad

una lagrima indiferente

demuestra con tristeza

que todo es cierto .

Tienes mis lágrimas en tus dedos

Tienes mis lágrimas en tus dedos

Derramadas por el sol doliente

De un amanecer sangrante

 

Tienes mis lágrimas en tus dedos

Bastas, tibias, húmedas

Perturbadas por la ira de tu ausencia

 

Tienes mis lágrimas en tus dedos

Rojas de corazón

Frías de dolor

 

Tienes mis lágrimas en tus dedos

Pegadas a ti por siempre

Indelebles al olvido de tu mirada

 

Tienes mis lágrimas en tus dedos

Fuertes, amargas, terribles

Cargadas de una vida entera de amor

 

Ellas corren libres por mis mejillas

Perseguidoras de nuestros sueños rotos